martes, 11 de diciembre de 2012

La puesta de largo del Congreso en Twitter


Y llegó el día, ese día en el que el Congreso de los Diputados ha inaugurado su cuenta de Twitter. El primer mensaje de la Cámara Baja en la red de microblogging, firmado por su presidente, Jesús Posada, ha sido para Felicitar la Navidad, en castellano, euskera, catalán y gallego.


El primer tweet del congreso no ha estado exento de polémica porque se ha elegido una ilustración con el portal de Belén que pertenece a uno de los libros antiguos de la biblioteca de la Cámara Baja. Las críticas han venido porque se trata de una felicitación religiosa y la Constitución establece que España es un país aconfesional en su artículo 16 de la siguiente manera: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad  española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” Es curioso ver cómo a pesar de establecerse un Estado aconfesional, la Iglesia Católica recibe una mención específica, pero hay que recordar que este hecho no es más que una muestra de la herencia que UCD dejó en la Constitución.


Volviendo al tema de Twitter, hay que recordar que esta red se utiliza como herramienta para trasmitir un mensaje, pero ya de por sí estar en la red significa algo diferente a no estarlo. El principal problema de utilizar Twitter en comunicación política es que se trata de una red con mensajes muy reducidos y esto puede suponer que los ciudadanos pierdan la visión crítica con respecto a la acción política. Quizás el fallo del uso de Twitter en política sea que las elites políticas consideren que es la mejor plataforma para recabar votantes. Twitter puede ser una herramienta de conversación con el ciudadano y de toma de contacto con la opinión pública, pero es muy complicado hacer que el mensaje que se lance en Twitter cale en los potenciales votantes porque los tuiteros que siguen a un partido o a un político pueden ser afines a su ideología, pero acuden a las redes sociales buscando algo más que la simple propaganda de partido.

El Congreso no sólo es un lugar dónde se debaten leyes, es mucho más allí se forjan las bases del Estado en el que vivimos y que más que nunca necesita de la continua comunicación con los ciudadanos. Precisamente, el objetivo básico de las redes sociales significa aunar el contenido y el  contexto para relacionarse con la comunidad y porqué no, el perfil del Congreso en Twitter puede convertirse (utilizado bien) el mejor canal para acercar la labor que realiza a los ciudadanos. Otra cosa diferente es enviar mensajes políticos claros para que calen en la población, esa labor ha de llevarse a cabo a través de los canales tradicionales de comunicación política.

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