El descenso de la credibilidad parece ser una de las principales causas de la crisis mediática que estamos sufriendo a día de hoy. El concepto de credibilidad va normalmente ligado a la veracidad y a la objetividad, pero en realidad es algo mucho más subjetivo porque la credibilidad va unida a la forma de concebir la realidad. El individuo elige un medio (al que le está credibilidad) frente a otro.
Por lo tanto, la credibilidad parte de la confianza que un ciudadano deposite ante un medio. Esta se basa en la satisfacción que el medio aporta a su público ante cualquier tipo de situación. La confianza se genera gracias a la creación de redes por parte de los medios para llegar al mayor público potencial y gracias, también, al mantenimiento de su audiencia. Las interacciones entre los ciudadanos y los medios refuerzan o debilitan los vínculos creados. Es de esperar que cuánto más formado esté el ciudadano más capacidad crítica tendrá y mayor será su exigencia para con el medio en el que ha depositado su confianza. Además, dicho ciudadano tendrá capacidad de descubrir fallos dentro del discurso periodístico
La orientación de un medio define su pluralidad, pero lo más importante es que anteponga el interés de los lectores a las estrategias de los partidos, en otras palabras, orientación es compatible con independencia, derecho de información y credibilidad.
El periodismo español tuvo un papel decisivo en el asentamiento de los valores democráticos cuando terminó el franquismo, pero poco a poco este papel fue transformándose a favor de las estrategias de los diferentes partidos lo que derivó en una polarización mediática. En general, los medios se fueron posicionando a favor de unos u otros actores cuando surgieron tensiones políticas.
Debido a la polarización mediática las audiencias están menguando, pero el problema no queda aquí porque también domina la tabloidización mediática (sensacionalismo). Un reflejo de esto, por ejemplo, lo tenemos a diario si nos fijamos cuáles son las noticias más leídas en los diarios digitales. ¿Dónde queda la capacidad crítica de los medios ante los políticos?
La credibilidad de los medios se debilita cuando los discursos de la clase política se reducen a los titulares de las noticias. La mediatización de la política vincula la credibilidad que tienen los medios y los políticos ante la opinión pública. Por lo tanto, el descrédito al que hoy se enfrentan los políticos lleva consigo pérdida de credibilidad inmediata de los medios.
El problema llega cuando la política tiene un reflejo mediático y no existe una apreciación crítica al respecto que sería la que hiciera que intereses informativos del medio y estrategias políticas quedasen claramente diferenciados.
“Periodistas, terroristas” es una consigna que puede escucharse en numerosas manifestaciones contrarias al sistema político. Esto es así porque existe conciencia en la opinión pública de que los medios están al servicio de la política lo cual lleva a una pérdida significativa de credibilidad de los medios. Como siempre, lo mejor es que el periodismo ejerza de elemento de control político, pero para llegar a hacerlo es necesario que se informe de lo que ocurre en todos los ámbitos de la vida política y es imprescindible la presencia de los medios en las reivindicaciones de los ciudadanos.
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