martes, 19 de noviembre de 2013

¿Qué tiene que decir el Gobierno sobre la televisión?

Los medios de comunicación (sobre todo los privados) quieren dejar claro que las decisiones políticas no influyen en su gestión y mucho menos en sus contenidos, pero lo cierto es que esto no es del todo así porque, desde hace años, los gobiernos influyen en las actuaciones y decisiones de los grandes medios de comunicación más de lo que se cree. 

Consejo de Ministros del 22 de marzo de 2013

Los principales actores en el mundo mediático son: el económico, el tecnológico y el periodístico, dentro de este trío de factores influyentes no aparece la política, pero está presente y desgraciadamente más de lo deseable.  Siempre se ha dicho que el principal rasgo del periodismo es la objetividad y eso no tiene por qué dejar de ser así, pero muchas veces esa objetividad puede verse alterada por determinadas decisiones de índole política. 


En marzo de este año, la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciaba en Consejo de Ministros que se iba a dar cumplimiento a una sentencia del Tribunal Supermo por la cual se anulaba el acuerdo del julio de 2010 del Consejo de Ministros por el que se entregó un múltiple completo (para emitir cuatro canales convencionales) a Antena 3, Telecinco, Sogecable, Veo7, Net Televisión y La Sexta por no ser conforme a derecho. Esta decisión se justificaba porque el espacio radioeléctrico que utilizan (aún hoy) estos canales va a ser ocupado por la, ya famosa, tecnología móvil 4G. 

Este fallo fue sólo el último de una serie de decisiones que a lo largo de los últimos treinta años han ido construyendo el actual panorama televisivo. La ley del tercer canal, la ley de televisiones privadas o el Plan Nacional de Televisión Digital Terrestre son tan sólo algunas de las formas (legales) a través de las cuales los diferentes gobiernos han ido legislando la televisión en España. La influencia o no de las decisiones políticas en los medios bien podría dar para una tesis en la que estudiar cómo se ha ido estructurando la televisión sobre todo desde la entrada de la democracia. 

Con la implantación definitiva de la TDT surgió el llamado dividendo digital que es el (futuro) espacio libre que quedará en el espacio radioeléctrico gracias a la reordenación de la estructura televisiva. Hoy mismo Soraya Sáenz de Santamaría ha apostado en las jornadas de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA) por dialogar para encontrar una solución dividendo digital. Las televisiones están a la espera de una solución para que se pueda liberar este espacio, pero sin tener que eliminar a uno de sus canales. 

Por las declaraciones de Sáenz de Santamaría hoy, parece que aquellas palabras que pronunció en la rueda de prensa del Consejo de Ministros sobre anular las licencias que se concedieron en 2010 no se vayan a hacer realidad. Lo cierto es que sea por la presión de UTECA o por la presión de los propios medios el Gobierno parece haber dado un giro hacia la búsqueda de soluciones que contenten a todos. 

Está visto que cada vez que cualquier gobierno (sea del color que sea) tienen que legislar sobre la televisión los medios tienen poder para influir y presionar de tal manera que pueden hacer cambiar las decisiones de los ejecutivos ha pasado esta vez, pero también pasó por ejemplo cuando Canal Digital y Vía Digital se enfrentaron por el negocio de la televisión por satélite y que luego terminaron fusionándose para formar Canal Satélite Digital aunque en aquel enfrentamiento el poder político y el mediático estaban enfrentados por un objetivo común: llegar a copar lo que parecía el negocio televisivo del futuro. 


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