martes, 26 de noviembre de 2013

¿Por qué el periodismo es imprescindible?

Una vez más nos levantamos con un nuevo escándalo político que aparece en todas las portadas de los grandes medios de comunicación. Bárcenas, Fabra, UGT, el caso Noos, los EREs en Andalucía; aquí nadie está a salvo…

Poco a poco vamos incorporando estos hechos supuestamente fraudulentos a nuestras vidas un día es por un lado y otro día es por otro. Y eso es lo malo, el hecho de ir incorporando (y normalizando) estos hechos a la cotidianeidad hace que nos vayamos haciendo inmunes a lo que ocurre a nuestro alrededor.

Además de esto, hay que tener en cuenta la situación de crisis económica (no me creeré su fin hasta que el paro baje del 10%) que hace que la sociedad tenga suficiente con su día a día, con sus problemas como para ocuparse de los de los demás. Muchas veces he oído “para qué voy a escuchar las noticias si ya tengo bastante con lo que me pasa a mí, no me importa lo que pase fuera”.  Y otras habré escuchado eso de “si hubiera elecciones ahora mismo no iría a votar, son todos una panda de sinvergüenzas”.

Ambas posturas nos están llevando a la llamada desvinculación social y política. Es decir, el ciudadano decide, por sí mismo, que la situación actual no va con él y como no se ve reflejado en lo que ocurre a su alrededor desconecta.

Quizás lo que haga falta, para empezar, sea un buen líder político que más allá de izquierdas, de derechas o de centro; sea una persona centrada que sepa escuchar a los ciudadanos, trabajar para ellos y sobre todo que se debe a ellos. Desde ahí podría formarse un proyecto solvente que, con las medidas adecuadas, podría reflotar España. Y con esto no me refiero a hacerlo económicamente (que es necesario) sino socialmente porque en esta cuestión, España está tocando fondo.

La pregunta es ¿se enteran los ciudadanos de lo que ocurre a su alrededor? Estoy casi segura de que no, de que la parte de los ciudadanos que está informada al detalle sobre lo que ocurre es muy mínima por dos razones: la primera el escaso interés provocado por esa desvinculación política y la segunda la falsa creencia de que en las redes sociales está toda la información que necesitan a golpe de Tweet o de actualización de estado. Ya hablamos hace un tiempo de la influencia de las redes sociales en la campaña política estadounidense, pero hay que tener en cuenta la influencia de estas redes en el día a día de los ciudadanos. ¿Estamos bien informados a través de las redes sociales? Es un tema que trataré en unos días, pero ya adelanto que la respuesta a esa pregunta es que no porque, simplemente, en las redes nos informamos de lo que queremos.

Pero lo que nos ocupa aquí es si una sociedad que no se informa porque está convencida de que no le interesa lo que ocurre es una sociedad o bien es un conjunto de robots que están programados para actuar como se espera de ellos.

Es triste ver como cada día son más los ciudadanos que se desvinculan de su derechos como ciudadanos para pasar a convertirse en meros actores que forman parte de una masa de personas. La sociedad, por definición, debería actuar en consecuencia con sus juicios u opiniones respecto de lo que pasa, pero ¿qué para cuando esta sociedad no se informa? Acaba convirtiéndose en una masa sin consciencia en manos de unos pocos.

Es por esto que los medios de comunicación son imprescindibles aunque sean muchos los que se empeñen en decir que detrás de ellos hay intereses políticos. En todos, hay una línea editorial, pero en unos se nota más que en otros. Este es el mismo caso que ocurre cuando se habla de las relaciones entre las empresas privadas hay relaciones y gracias a ellas se consiguen ciertos contratos. Lo que está claro es que los medios de comunicación, sean del color que sean, son imprescindibles para que una sociedad adquiera, gracias a la información, una conciencia crítica que será la que luego influya sus movimientos.

¿Alguien se atreve a decir que pasa de informarse? Es como decir que pasa de ser ciudadano…

No hay comentarios:

Publicar un comentario