martes, 29 de enero de 2013

Una cumbre descafeinada


La Unión Europea (UE) es una comunidad de países cuyo leitmotiv es facilitar y apoyar la integración de los estados miembros de Europa bajo un gobierno común. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es una organización que agrupa a los países que van desde México a Tierra del fuego y cuyo objetivo es el de promover el desarrollo y la integración de dichos países. El pasado fin de semana ha tenido lugar en Chile la cumbre UE-CELAC para acercar posturas entre ambas regiones, pero sobre todo para articular una realidad jurídica común.


Fabrizio Reyes, autor del artículo publicado en El telégrafo, afirma que la cumbre EU-CELAC supone un beneficio para Europa que ve en Latinoamérica una salida para la situación de crisis económica que vive. Para Reyes, hace unos años el viejo continente hubiese acudido a Estados Unidos, pero el desarrollo de corrientes progresistas ha supuesto que se fije en América Latina. El autor no se olvida de los países en los que ha triunfado el populismo como Venezuela o Argentina, porque para él las políticas antiliberales han hecho que los países avanzasen. Señala a Hugo Chávez como el “responsable de culminar un proceso emancipador de las oligarquías”

Para El País, que le dedica un editorial a la cumbre, esta ha sido insuficiente porque los mandatarios se unían para articular una realidad jurídica y al final no ha dado resultado. El editorial destaca el potencial de América Latina como país emergente. La CELAC se ve como una agrupación de países emergentes, pero sin mucha organización (por ahora). Aun así, las relaciones que la UE pueda poner en marcha con la CELAC son importantes porque puede ser un lugar para el desarrollo de ambas regiones y para mantener vivas las llamas de la influencia política y de la cooperación empresarial así como para cerrar acuerdos bilaterales.

El editorial del día 25 de enero en el Financial Times titulado, Silly in Chile, pone de manifiesto el interés de la Unión Europea de que se articule una seguridad jurídica que evite las expropiaciones y las nacionalizaciones, pero destaca el poco éxito que ha tenido. Destaca que los valores de la CELAC son la democracia, los derechos humanos y el problema es que varios de los países que están dentro no respetan dichos valores. El texto habla de la América Latina de las “dos velocidades”: los países emergentes (Chile o Brasil) y aquellos en los que hay gobiernos populistas (Cuba, Venezuela o Argentina). Afirma que a Europa le interesa la cumbre porque América Latina es importante para el desarrollo de las inversiones y el comercio del viejo continente. El artículo “justifica”, de manera innecesaria, que Estados Unidos no esté en la cumbre porque ha excluido a China la Asociación Trans-Pacífica. Zanja el tema diciendo que antes o después la Unión Europea se dará cuenta de que América Latina no es una buena opción porque se está convirtiendo en una región con muchas desigualdades.

Probablemente, esta primera reunión de la UE y la CELAC no haya tenido el efecto esperado por todos y por eso haya sido descafeinada, pero está claro que es la primera piedra para que el acercamiento entre ambas regiones suponga beneficios para ambas en materia social, política y económica. Quizás, sea esta división de Latinoamérica lo que pueda hacer que los países emergentes pierdan sus logros y retrocedan a favor de los países gobernados bajo regímenes populistas. Ahora está en manos de la región el poder salir adelante librando una batalla interna para que el populismo no consiga acabar con una región que puede ser la clave para salir de la actual crisis económica que vivimos a nivel mundial.

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