En 1944 se firmarían los Acuerdos de Breton Woods para establecer las reglas de las relaciones comerciales y financieras a nivel internacional. En este momento se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (que comenzarían a funcionar en 1946) y el uso del dólar como moneda internacional. Además, en la conferencia de Breton Woods también se implantó (por segunda vez) el patrón oro (fijar el valor de una moneda en una cantidad equivalente en oro). Pero la referencia de este patrón se fue perdiendo con los años y sobre todo debido a la crisis económica y financiera de finales de los años 20 y después de la Segunda Guerra Mundial.
A lo largo de su mandato, Nixon instauró algunos cambios que hicieron que la creación de dinero se viera privatizada. Es lo que se conoce como Nixon Shock y algunas de las medidas económicas que tomó fueron: la cancelación unilateral de los acuerdos de Bretton Woods con la derogación del patrón oro lo que supondría el fin de la convertibilidad directa del dólar con respecto a dicho metal. Con la caída del Muro de Berlín en 1989 el Comunismo empezaba a hacer aguas y con él el único sistema que se había puesto en contra de las políticas capitalistas y neoliberales.
A lo largo de estos años las políticas monetarias de los países han ido cambiando y evolucionando hasta que en 2008 estalló la crisis financiera y económica en la que hoy (todavía) estamos inmersos. La solución a esta crisis ha sido el aporte desde los grandes organismos financieros (creados por los más poderosos) de dinero a las economías más afectadas, lo que popularmente conocemos como rescate.
Pero en 2009 irrumpió en internet una comunidad de hackers que creó el Bitcoin (criptomoneda). Se trata de una divisa de carácter universal, independiente, descentralizado y autorregulado cuyo fin era acabar con la hegemonía monetaria de los poderosos. A día de hoy, numerosos han sido los gobiernos que han visto el poder del Bitcoin y han querido regularlo.
El que aparezca una moneda independiente puede tener sus ventajas e inconvenientes. Por ejemplo entre sus ventajas la más destacable es que no se verá influida por la situación socio-económica de un país por lo que será difícil que pierda valor. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que el Bitcoin tiene equivalencias en Euros, Dólares y Libras y que si estos fluctúan el Bitcoin lo hará de igual forma.
Las facilidades para pagar en cualquier parte del mundo con el Bitcoin vendrán dadas por la aceptación o no por parte de los comercios o servicios de esta nueva divisa. La unión monetaria internacional parece más próxima con el Bitcoin, pero el hecho de que sea una moneda virtual supone que serán muchos los ciudadanos que no puedan o no quieran acceder a ella porque aún hay muchas reticencias para con la banca electrónica sobre todo en ciudadanos de determinadas características socio-demográficas.
La principal desventaja con la que cuenta esta moneda es el marco legal, aunque son muchos los lugares a lo largo y ancho del mundo en los que Bitcoin es aceptado como forma de pago igualmente legal que la moneda en curso. A este respecto, el Banco Central de China ha recomendado a sus bancos no involucrarse directamente en la negociación de Bitcoin y promover la educación de sus clientes sobre el funcionamiento del dinero. Otro de los grandes riesgos de esta moneda es su volatilidad y es que su valor puede variar en 200 $ en unas horas.
Quizás el Bitcoin no sólo sea una moneda virtual si no que sea una forma de reivindicar la descentralización monetaria y la independencia de organismos financieros como los que componen la famosa Troika (FMI, BCE y CE). Como todo, esta moneda entraña sus riesgos, pero también lo tienen los rescates financieros, corralitos como el de Chipre o cambiar nuestros euros a monedas que no tienen valor legal fuera de unos determinados países.
Poco a poco se irá viendo qué éxito (o no) tiene el Bitcoin lo que es cierto es que como algo novedoso está llamado la atención de todos unos que se acercan por desconocimiento y otros que lo hacen movidos por la idea de que la moneda es independiente y que no estarán sometidos a ningún poder si pagan con ella, pero la pregunta llegados a este punto es ¿Dónde va el dinero (sea Bitcoin, euro, dólar, etc.) que pagan? Acabará pagando más o menos impuestos en un país determinado y estos impuestos están controlados, aquí sí por el fisco de cualquier país…
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