domingo, 15 de diciembre de 2013

Michelle Bachelet reelegida como presidenta de Chile

Sebastián Piñeira es el actual presidente de Chile y hoy ha tenido lugar la segunda vuelta de las elecciones de las que saldrá su sucesora. Y sí, digo sucesora porque a esta segunda vuelta (la primera se celebró el 17 de noviembre) han llegado dos mujeres: la expresidenta Michelle Bachelet (del partido socialista de Chile) y Evelyn Matthei (de la Unión Demócrata Independiente). Finalmente, Bachelet ha sido reelegida como presidenta del país andino con el 62% de los votos.


La vida de ambas candidatas estuvo relacionada desde que eran pequeñas porque sus padres, ambos militares, fueron amigos durante los años 70 porque habían formado parte del equipo de Allende, pero con el golpe de Estado de Pinochet acabaron separándose. El progenitor de Bachelet murió por las torturas y el de Matthei pasó a formar parte de la Junta Militar.

Se ha celebrado una segunda ronda porque el presidente, jefe de Estado y de Gobierno, se elige por mayoría absoluta mediante un sistema electoral mayoritario. Por lo tanto, si ningún candidato consigue más del 50% de votos en primera ronda, se celebra la segunda. Además de a su presidente los chilenos mayores de 18 años eligen a senadores, diputados y consejeros regionales mediante un sistema electoral binomial mayoritario.

En primera vuelta, Bachelet consiguió algo más de un 46% de los votos mientras que Matthei superó el 25%. Estas elecciones se caracterizan porque es la primera vez que los chilenos no están obligados a votar por ley (tras una reforma de 2012). Las cifras de participación de la pasada vuelta se sitúan en el 49,3% de un censo total de algo más de 13.500.000 de votantes.

Además, otro de los rasgos que caracteriza estas elecciones es la baja tasa de popularidad de Sebastián Piñeira que cuenta tan sólo con un 32% de aprobación, una de las más bajas que ha tenido un presidente en democracia. Un ejemplo de esto son las movilizaciones estudiantiles que protestan contra un sistema educativo (heredado de la dictadura) en el que el Estado sólo cubre el 25% de los costes.

La mayoría de los sondeos dan por hecho que Bachelet volverá al Palacio de la Moneda por su alta popularidad durante su mandato (83% en 2010) como por su programa reformista. La expresidenta quiere establecer una “Nueva Constitución Política” democrática, liberal, laica, pluralista y social que reemplace la actual, vigente desde la época de Pinochet. Así conseguiría modernizar el país y reducir las desigualdades. Además, propone un programa de reformas estructurales que incluye transformar el sistema tributario con el fin de costear un nuevo modelo educativo público “que haga de la educación un derecho”.

El principal escollo con el que se va a encontrar Bachelet en el caso de que vuelva a ser elegida presidenta es que las reformas que quiere incluir precisan complejas y amplias mayorías que en un sistema electoral binomial suponen que es necesario doblar en votos a la segunda formación más votada. Este sistema es escasamente proporcional y puede ser una importante barrera para los planes de Bachelet e, incluso, una fuente de inestabilidad para su gobierno. Por algo, otra de sus propuestas es abolirlo.

En estos momentos, se está realizando el recuento de votos y las urnas deciden cuál de las dos candidatas ocupará durante la próxima legislatura el Palacio de la Moneda. Bachelet, va con el 62,65% de los votos.

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