jueves, 16 de enero de 2014

Un paseo por la fama: de "Lluvia de estrellas" a "La voz"

Un programa de televisión en el que una veintena de cantantes en potencia (previamente castineados) vivirán y se formarán musicalmente para cada semana demostrar en una gala sus avances en el mundo de la canción. Esta podría ser la breve descripción de lo que fue Operación Triunfo una idea que no convenció a ninguna de las cadenas privadas a principios de la década de los 2000 y cuyos derechos, finalmente, adquirió TVE.


Con la emisión en 2001 de la Primera Edición de Operación Triunfo daba comienzo en España la fiebre por los realities shows en el que los concursantes debían demostrar sus habilidades en una determinada faceta (Gran Hermano empezó en 2000). A Operación Triunfo le siguió Popstars: todo por un sueño, un reality emitido en Telecinco en el verano de 2002 y en el que una veintena de chicas cantaban para llegar a la final donde se formaría un grupo que tendría proyección comercial. Por cierto hay dos cosas que decir  sobre las concursantes de este programa:

- Por un lado, una de las chicas de ese reality se ha presentado a los castings de La Voz y no los ha superado.
- Por otro, una que se quedó a las puertas de PopStars (estuvo en la gala 0 pero fue expulsada) se presentó a Operación Triunfo (cuando ya se emitía en Telecinco) y hoy en día canta los fines de semana en un programa de la cadena.

Pero son muy pocos los que se acuerdan (aunque esté en la memoria de casi todos) de ese programa que en los 90 presentaba Bertín Osborne en el que aspirantes a cantantes (de aquí salió el gran David Civera…) imitaban a sus cantantes favoritos caracterizados como ellos y que salían al escenario entre cañones de humo. Sí, hablo de Lluvia de estrellas (que tuvo versión de adultos y de niños).

¿Cómo hemos pasado de eso a La Voz? La verdad es que en televisión, los formatos tienen una vida determinada y cuando empieza a bajar la audiencia de un programa exitoso quizás lo mejor es no renovarlo para que no se hunda con cifras irrisorias. (Algo así como lo que pasó con Aquí hay tomate y lo que pasará con Aida).

Poco a poco los públicos se han ido volviendo más exigentes y han querido ver mejores formatos en televisión (aunque tengan la misma temática y una mecánica prácticamente similar). Los formatos extranjeros han irrumpido con fuerza y La Voz es prueba de ello un formato holandés que se ha emitido en numerosos países. Quizás el ritmo del programa, sus diferentes fases y su forma de elegir a los concursantes es lo que ha hecho que triunfe; pero lo que ha jugado un papel muy importante en el éxito del formato ha sido la implicación de los coaches desde el principio hasta el final del programa. Hay quien ve este tipo de programas (la voz, factor X o american idol) tan sólo porque su artista favorito está entre los coaches.

Antena 3 ha vuelto a probar con los realities musicales hace poco aunque no parece haberle funcionado y no, no me refiero a Tu cara me suena sino a El número 1 que tan sólo ha llegado a las dos ediciones porque la segunda empezó y acabó con escasos niveles de audiencia.  Pero en el fondo la voz vuelve a ser el programa ese tipo de programas en el que el 80% de sus emisiones son grabadas y editadas lo cual pierde la esencia de los realities que triunfaron a principios de los 2000 con galas en directo (cuyo coste, evidentemente, es mucho más elevado). Quizás esa sea la clave, que el espectador se ha cansado de eternos programas que duran hasta más de las 2 de la mañana en los que el directo manda y prefieren pasarse a programas en los que las productoras y las cadenas ofrecen los mejores momentos. Aunque eso sí, casi siempre prefieren que la final (por el hecho de ser final en sí misma) sea en directo, llama mucho más la atención.

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