¿Por qué una crónica de una muerte anunciada?

A las 10.30 de esta mañana saltaban las alarmas en las redacciones de los medios de comunicación españoles cuando recibían una convocatoria a una rueda de prensa en la Clínica Cemtro de Madrid que daría Adolfo Suárez Illana, el hijo del que fuera el presidente del Gobierno de España tras la muerte de Franco.

Adolfo Suárez padece Alzheimer desde hace 11 años y fue en el programa “Las Cerezas” presentado por Julia Otero en TVE donde su hijo reconocía por primera que su padre no recordaba quien había sido y lo que había significado para la Transición española.

Imagen: Antonio Maestre

La rueda de prensa ha tenido lugar a las 11 de la mañana y allí han estado presentes todos los medios que no podían perder detalle sobre lo que se decía del estado de salud del expresidente. El Adolfo Suárez Illana compadecía para decir que el estado de salud de su padre se estaba agravando y que el final de su vida es inminente, tanto que la previsión de futuro que tienen es de 48 horas.

Con los años, el personaje se ha ido creciendo ante la persona y esto ha sido la causa principal de que estemos asistiendo a la crónica de una muerte anunciada en la que hay medios que ya dan por muerto al expresidente (ver imagen); otros (como La Sexta o Antena 3) que han cambiado su programación para emitir especiales sobre su figura y casi todos los medios digitales que han publicado todo tipo de informaciones sobre Suárez, su vida y su ejercicio de la profesión de político (eso sí, después de la dictadura).

Y a todo esto, los médicos afirman que el final de Suárez no es tan inminente como ha hecho saber su hijo. ¿Por qué entonces una comparecencia que ha levantado tanta expectación? Público.es sacaba hoy esta información que podría explicar el porqué de la comparecencia de Suárez Illana para dar cuenta del estado de salud de su padre.

Llegados a este punto la duda es ¿qué hacer publicar la información en nevera sabiendo que, aunque no haya fallecido, Suárez lo hará “más o menos pronto” o esperar a que fallezca y, entonces, sacar la información? Aquí entran en juego dos intereses: el puramente informativo que optaría por no publicar la información hasta que no se confirme el fallecimiento o el económico que dice que si un medio saca una información va a tener más repercusión y para tener una repercusión similar habría que publicar toda la información aunque aún no haya fallecido. De optar por esta segunda opción, que es lo que han hecho casi todos los medios Españoles ¿qué pasará cuando se produzca el trágico final?

De nuevo, vemos que el periodismo se enfrenta a los intereses económicos y éstos van ganando por goleada. Son malos tiempos para el ejercicio de una profesión en la que lo que haga el de al lado siempre va a suponer que me cuestione lo que hago yo y que me replantee lo que voy a hacer de aquí en adelante. El periodismo ya no es lo que era, no es informar de lo que pasa para que la población esté al día. Es estar al día, pero sobre todo es moverse en los círculos de poder y, entonces, contar lo que pasa. Son muchos los medios que van con pies de plomo a la hora de dar ciertas informaciones porque si son anunciantes puede afectarles…

Aun así, no entiendo la premura de algunos medios por publicar las biografías de Suárez no hace más que confirmar la necesidad que tienen algunos de sacar algo que lleva años escrito… Esto es algo contra lo que los periodistas no pueden luchar y que viene dado por los responsables de los medios. Mientras tanto, hoy los que ganan son aquellos interesados en que no se dé información sobre las Marchas por la dignidad que mañana llegarán a Madrid para manifestarse en contra de los recortes. Y es que hay que decidir qué noticias ocupan más tiempo y/o espacio y hoy la primera es el "inminente" (o no tanto) fallecimiento de Adolfo Suárez.

Como bien ha señalado esta mañana Pepa Bueno en Hoy por Hoy este país es muy dado a subir hoy a los altares a una persona que mañana bajará a los lodos. Y eso es lo que pasará con Suárez que hoy (cuando todos los medios han sacado biografías del expresidente) son muchos los que le alaban, pero no tardarán en aparecer los que recuerden que Suárez fue secretario general del Movimiento o ministro en los últimos años de la dictadura franquista. Habrá que plantearse cómo los medios han ido dibujando las figuras de tantos personajes históricos odiados y alabados en los últimos años porque no podemos olvidarnos del poder de los medios y su influencia en la Opinión Pública, pero eso ya es harina de otro costal.