Rubalcaba despierta

Hoy mismo el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho en el Senado que presentará una moción de censura contra Rajoy si éste no da explicaciones ante el Parlamento sobre el caso Bárcenas.
Esta situación se ha producido debido a las últimas declaraciones del que fue gerente y tesorero del Partido Popular durante casi 20 años en las que reconocía la autoría de los papeles que publicó el diario El País a finales del pasado mes de enero. Bárcenas le entregó al juez Ruz un pendrive con información de la presunta contabilidad B acompañado de diferentes libros de contabilidad.

Imagen: ABC

En democracia, el papel de los líderes de la oposición es el de control al Gobierno, pero en los últimos años esto ha derivado en la petición sistemática de la dimisión del Ejecutivo y más cuando se ve envuelto en un escándalo. Si bien es cierto que la ciudadanía está desencantada con la gestión de crisis que está haciendo el Gobierno sobre el caso Bárcenas. Alfredo Pérez Rubalcaba ha sabido leer lo que la ciudadanía pide y ha afirmado que el 27 de julio pedirá la comparecencia de Rajoy y que si el presidente del Gobierno se niega, presentará una moción de censura.

Lo que parece haber obviado Rubalcaba es que la moción de censura es un proceso que examina a quien la presenta, en este caso al grupo mayoritario de la oposición. Rubalcaba debería proponer una opción de Gobierno y ésta prosperase la cámara y Rajoy presentase su dimisión ante el Rey ¿qué pasaría? Pues muy sencillo que Soraya Sáenz de Santamaría, como sustituta natural del presidente del Gobierno, sería la que tomase las riendas del Ejecutivo.

No olvidemos que el presidente del Gobierno no tiene la obligación de presentarse en la moción de censura y si lo hace tampoco tiene la obligación de tomar la palabra. La mayoría absoluta le augura a Rajoy la continuidad en la presidencia del Ejecutivo hasta que acabe la legislatura o hasta que él sea quien decida dimitir. Además, cabe recordar que CiU y PNV no aprobarían la moción de censura porque no creen que sea la mejor fórmula por lo que el PSOE pierde apoyos. Incluso cabe preguntarse si desde el PSC están de acuerdo en presentar la moción. 

La actuación de Rubalcaba pidiendo explicaciones al Gobierno quizás llegue algo tarde (hace unas semanas PP y PSOE pactaban el texto que Rajoy presentó ante Europa), pero de no haberse producido el líder de la oposición hubiera sido criticado por los ciudadanos por permitir que el Gobierno no de ningún tipo de explicación sobre las informaciones que están saliendo sobre presunta financiación ilegal del PP. 

En política nada se sabe hasta que ha ocurrido, pero está claro que el despertar de Rubalcaba pasa por presentar una moción de censura cuando, según las encuestas de intención de voto, el PSOE no se haría con los votos que perdería el PP en unas hipotéticas elecciones. Además la moción va en contra de un partido que gobierna con mayoría absoluta; que se salta los turnos de preguntas en las ruedas de prensa con líderes (y medios) extranjeros; que desmiente sistemáticamente las acusaciones del que fue su persona de confianza durante más de 20 años y que para hacerlo se remite a “ruedas de prensa” en las que los periodistas no pueden preguntar porque tienen que cubrirla a través de una pantalla de televisión.