El día después de la entrevista del
ex presidente del Gobierno José María Aznar, todo el mundo se
pregunta porqué ha decidido hablar ahora y porqué ha dicho lo que
ha dicho.
Imagen: Antena 3 |
El mensaje que quería colocar era bien
sencillo y llegó en forma de advertencia a Mariano Rajoy y la
gestión de su Ejecutivo. Se podría decir que ha hecho la oposición
a la que el Gobierno no se estaba exponiendo (si no era suficiente
con las últimas declaraciones de Esperanza Aguirre).
Aznar habló de que la clase media es
la gran perjudicada por esta situación; que no hay un proyecto
político claro; que deberían bajarse los impuestos y que, hoy en
día, el Estado carece de instrumentos que garanticen su cohesión.
Además, ha querido destacar que el PP debería cumplir su programa
electoral (presumiblemente, ideado desde FAES).
Respecto a las irregularidades
cometidas con el dinero del PP ha dicho que no hubo artimañas
ilegales. Tampoco ha querido hablar mucho del tema porque podía
meterse en un terreno que le iba a ser incómodo ya que unas horas
antes el diario El País había publicado que Correa pagó más de
32.000 euros por la iluminación de una fiesta en la boda de la hija
de Aznar. El ex presidente, con este tema consiguió lo que quería,
cargar las tintas contra el Grupo Prisa con el que siempre ha tenido
sus más y sus menos (recordemos la Guerra Digital que enfrentó a
Sogecable y Vía Digital en 1996).
Pero quizás lo que más colea hoy
estaba aún por llegar y es que preguntado por si pensaba volver a la
política no lo ha negado. Es más, ha afirmado que nunca ha eludido
la responsabilidad que tiene con su partido con su conciencia y con
su país. Lo cual da a entender que podría dejar la puerta abierta a
una posible vuelta.
Con esta entrevista lo que ha hecho ha
sido dejar claro que sigue teniendo influencia en la Opinión Pública
porque todo el mundo sabe hoy que Aznar ha barajado la posibilidad de
volver a la política (algo que ya había comentado en privado,
anteriormente). Lo que parecía un ex presidente que había decidido desaparecer se ha convertido en una letargo de algo más de ocho años que ha supuesto oposición al partido que presidió. Insulso sus palabras se pueden entender como “un
tirón de orejas” a Rajoy a quien Aznar eligió para sucederle
después de que Rodrigo Rato rechazara el puesto y con el que ha
dicho que sólo ha hablado una vez extensamente desde que llegó a
Moncloa.
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